Josep Maria Miró: «Me parece fascinante cuando lo que escribo encuentra un diálogo con los contextos sociales y políticos»
por Antonio Rojano

PREGUNTA: ¿Cómo surge la escritura de Nerium Park?
JOSEP MARIA MIRÓ: Nerium Park fue escrita en 2012. Es curioso porque ese año escribo dos textos, Humo y Nerium Park, en los que los protagonistas son una pareja joven. El personaje femenino de la pareja en Nerium dice que le asustan los cambios, y al personaje femenino de Humo, en cambio, le apetecen. Son dos parejas que confrontan su proyecto íntimo con un contexto social y político en plena crisis. Durante la obra vemos cómo ellos, como pareja, salen adelante o no. Son dos textos que escribo en paralelo y en un momento en el que hay un cambio de paradigma social y económico.
PREGUNTA: Ha pasado más de una década desde que escribiste la obra y es sorprendente cómo el texto sigue siendo tremendamente actual. ¿Qué temas crees que siguen resonando y cuáles aún tienen mayor peso que entonces?
JOSEP MARIA MIRÓ: Hay cosas que sobrepasan la anécdota de la escritura. La relación de lo íntimo con el contexto global fue el punto de partida. La tensión entre estos dos parámetros me resultaba muy interesante. Actualmente el tema de la vivienda está muy presente y resuena de otra manera, mucho más fuerte. Por ejemplo, también en mi teatro, se aborda el tema de las masculinidades. En esta obra, parte del conflicto de él está en el tema de cómo vive su masculinidad. Lo masculino, de un tiempo a esta parte, se ha ido también cargando de significado. Y hoy, con tanto ruido alrededor, nos genera una reflexión, qué se espera de nosotros, los hombres, en un tiempo de cambio y frente al auge también del feminismo. En la obra, hay un momento en el que a uno de los personajes el mundo laboral le genera un conflicto muy fuerte. Al personaje en cuestión no le han preparado para perder el trabajo y, al mismo tiempo, perder peso específico en el equilibrio de la pareja. También, en Nerium Park, el tema de la empatía se hace relevante. Carlos y Marta van evolucionando en su relación y también cambia el modo en el que se comprenden o cómo se ponen, o no, en el lugar del otro.
PREGUNTA: ¿De qué nos habla la pieza?
JOSEP MARIA MIRÓ: Es una obra sobre una pareja que comparte un proyecto de vida y que cuando se va a vivir a una nueva urbanización, que está vacía, descubre cómo ese proyecto íntimo, común, se pone también en crisis. La obra es un tour de force para dos actores. Es una pieza para un buen actor y una buena actriz que conformen, al final de todo, una buena pareja. La pareja, para mí, es lo más importante. Estos actores deben encontrarse en escena y subirse a una montaña rusa interpretativa, también ideológica. En el fondo, es un viaje que debe ser de importancia para los propios intérpretes y solo así será importante para los espectadores.
PREGUNTA: ¿Qué consideras que posee tu dramaturgia para que despierte tanto interés y, al mismo tiempo, sea tan exportable fuera de nuestras fronteras?
JOSEP MARIA MIRÓ: No sabría decirte. Hay textos que se han montado fuera, como El principio de Arquímedes o Nerium Park, que puedo encontrar razones para saber por qué se han hecho, pero hay otros, como por ejemplo El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar, que sentía un texto muy local y, luego, para mi sorpresa, se ha montado también en Grecia o Brasil y ha funcionado en realidades distintas. No te lo puedo decir. En verdad, siempre insisto en que no escribo para el público sino que escribo para los actores. Quiero que un actor lea el texto y sienta el deseo de interpretarlo. Para mí es una máxima, siempre, que ellos sientan que es un reto y deseen trabajar con la obra. Luego, más allá de esto, me parece fascinante cómo las piezas se releen dependiendo del contexto en el que se estrenan. Por ejemplo, Nerium Park se estrenó en Brasil tras los Juegos Olímpicos, cuando se habían construido complejos urbanísticos muy parecidos a los que aparecen en la obra. O su estreno en la Argentina de Macri, en un momento en el que los despidos estaban a la orden del día. Me parece fascinante cuando lo que escribo encuentra un diálogo con los contextos sociales y políticos, pero me fascina mucho más cuando el texto funciona por encima de estas conexiones temáticas o temporales. Hay obras que funcionan por su construcción, por el modo en que han sido escritos, por las estructuras o mecanismos de teatralidad que contienen. Me resulta apasionante.
PREGUNTA: Respecto a la estructura de Nerium Park, ¿qué nos puedes contar de su construcción?
JOSEP MARIA MIRÓ: A mí me gusta hablar de que construyo artefactos. Hay artefactos muy simples y otros más complejos. El de Nerium Park es bastante sencillo, cada escena corresponde a un mes y, a lo largo de un año, seguimos a estos personajes en su relación. Por ejemplo, en este montaje, pasamos de un mes a otro casi sin darnos cuenta, sin interrupciones. No hay un cartel que señale que estamos en un mes o en la escena siguiente, todo ello lo descubrimos según vemos el estado emocional de los actores, el modo en que el diálogo cambia, ya que parece que las escenas se han solapado. Para los actores también es un reto maravilloso y difícil, cómo contar estos cambios desde la interpretación.
PREGUNTA: Hay constantes en tu dramaturgia como, por ejemplo, aquello que queda fuera de foco, ya sean acciones en las elipsis, como cuentas, o en la abundancia de personajes ausentes con un peso decisivo en la trama… ¿Crees que además de funcionar como realidades estos “agujeros” de tus piezas son símbolos de otras cosas?
JOSEP MARIA MIRÓ: Con los años uno va viendo constantes en su trabajo. Con un poco de perspectiva, es cierto que hay cuestiones que se repiten. Por ejemplo, el símbolo de las piscinas, que suele estar muy presente en mi dramaturgia y que, con los años, ha ido evolucionando como signo. La piscina como algo que contiene lo indomable y lo natural, que es el agua. Y, por otro lado, como cuentas, está todo eso que queda fuera. En Nerium Park se construye el mundo de la urbanización, de la rotonda, todo eso que queda fuera de la casa. Me resulta muy sugerente entregarle al espectador la capacidad de imaginar. Eso es el teatro. Lo indomesticable, en la mayoría de los casos, tiene que ver con este tipo de personajes que quedan ausentes. Los personajes que yo llamo “teorémicos”, por Teorema de Pasolini, y que suelen ser recurrentes en mis obras. Personajes que desde fuera, de alguna manera, vienen a romper el status quo, el equilibrio y el orden en el que viven los demás. También están esos personajes que suelen ser sacrificiales, que deben sufrir porque algo debe ser purgado, algún pecado colectivo. Estos personajes vienen a limpiar un pecado o un problema que tiene que ver más con el propio sistema que está en crisis. Son personajes que tienen mucho que ver con el símbolo, es cierto. Cuando escribí Nerium Park incluso pensaba que era una obra excesivamente simbólica. Luego, me sorprendió que cuando la estrenamos venían amigos a decirme que la veían muy realista, porque muchos de ellos vivían en urbanizaciones así, porque sentían esa soledad y ese miedo cada noche, porque su realidad era la misma que cuenta la pieza. En mis primeros textos, sí que es cierto que el realismo escénico todavía está presente, pero mis últimas obras han ido mutando hacia el simbolismo. Siento en mis últimos trabajos que me he ido desprendiendo cada vez más del concepto de realismo escénico y que esos símbolos de los que hablamos ahora cada vez son más evidentes. El monstruo, por ejemplo, podría estrenarlo ya en una caja negra
PREGUNTA: ¿En qué nuevos proyectos estás trabajando ahora?
JOSEP MARIA MIRÓ: Me alegra decir que esta semana salen a la venta los dos volúmenes que recogen todo mi teatro, por primera vez traducido al castellano, en Punto de Vista Editores y que, además de los textos escritos durante década y media, recoge diarios en los que reflexiono sobre mis viajes, visitas a museos y algunos aspectos de mi dramaturgia. Luego, acabo de estrenar La majordoma en Heartbreak Hotel, que se repondrá en otoño. Este es un monólogo para una actriz que es la segunda parte de lo que he llamado Tríptico de la epifanía, que arranqué con la escritura de El cuerpo más bonito... También se va a estrenar de nuevo El principio de Arquímedes, con un director muy joven, Leonardo Granados. Y ya estoy embarcado en el estreno de El monstruo que realizaré durante el próximo Festival GREC.
Josep Maria Miró es autor de Nerium Park, que puede verse del 28 de febrero al 23 de marzo en la Sala Max Aub de Nave 10 Matadero. Consigue tus entradas en este enlace.
Antonio Rojano es dramaturgo y coordinador dramatúrgico de Nave 10 Matadero para la Temporada 24|25