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José Troncoso: «la comedia es un tipo de sensibilidad»

por Antonio Rojano

Entrevista
Imagen
La gramática ©Carlos Luque

PREGUNTA: Para un espectador que no conozca la pieza ni vuestro trabajo, ¿cómo explicarías La gramática
JOSÉ TRONCOSO: La gramática es una fábula amable, muy cercana a la comedia, con pinceladas de humor. En este caso hay un accidente que cambia el lenguaje, la forma de expresarse de una persona y, siempre que hay una desgracia, va a aparecer la comedia. Esta obra es una especie de Pigmalión pero a la inversa. No se mejora ni se prepara a nadie, sino que se le empuja a una normalización. Es una obra que cuenta cómo tiende la sociedad a normalizar siempre hacia abajo. Y esboza algunos peligros de esta forma de proceder. Algo que nos ocurre ahora mismo. Si hablamos de cultura o ponemos la televisión vemos cómo el aplauso de los vulgares resulta siempre más sonoro o se le presta mayor atención.

PREGUNTA: Tu compañera, María Adánez, afirma que es una función complicadísima en cuanto al “texto”. ¿Estás de acuerdo con ella?  
JOSÉ TRONCOSO: Sí, es terrible. Nos reímos mucho con Ernesto. Nos reímos porque, posiblemente, es la cosa más difícil que he estudiado en mi vida. Más que Tirso, más complejo que Lope, más complejo que cualquier cosa que haya estudiado jamás. Debemos tener un cuidado con las palabras, que no se rompa el artificio. El lenguaje de la obra es muy ajeno a la lengua que utilizamos en nuestra vida cotidiana. Y luego, todas las frases son tan alambicadas que, si no las entendíamos o no encontrábamos una analogía al decirlas, sonaban a hueco, a nada. Entonces la acción tenía que estar muy clara para nosotros. Para mí, en el teatro es imprescindible saber para quién y para qué dices cada una de las palabras que salen de tu boca, porque si no corremos el riesgo de convertirlas en humo con mucha facilidad.

PREGUNTA: ¿Cómo has preparado tu papel, qué hay de Troncoso en este terapeuta que interpretas?  
JOSÉ TRONCOSO: Intento acercarme a los personajes desde el compromiso, queriendo ver qué parte de mí resuena en ellos para poder prestársela. En este caso, lte personaje tiene una preocupación por la degeneración lingüística que está sufriendo la sociedad, en general, y la cultura, en particular. Cómo la lengua lleva a la vida también una conciencia de cómo vemos el mundo. Y si hablamos de bajar el nivel lingüístico significa también que estamos, conscientemente, rebajando nuestro universo. Luego, a nivel arquitectónico del personaje, este señor lo que quiere conseguir es deslumbrar a su público y también tiene algo de sacamuelas, de querer darnos una lección a nosotros. Quiere demostrar que él es capaz de hacer este ejercicio de involución lingüística con el personaje de María. La acción primera es salir, deslumbrar y llevárselo caliente. Conseguir que el experimento funcione. Lo que pasa es que, durante el experimento, el hombre va descubriendo que lo que está haciendo no está demasiado bien. Le lleva a hacer una reflexión más profunda que viene a ser la gran pregunta de la obra: ¿Debemos catetizarnos para poder formar parte de la sociedad, para ser aceptados por los otros? ¿El aplauso a la ignorancia nos está haciendo bien? Yo recuerdo que cuando era pequeño ponía la tele y los profesionales que aparecían hablaban con corrección y era lo bonito, había un estilo, se aprendía de ellos... Funcionaba como una guía. Pasaba igual con la radio, aprendíamos, era una forma también de acceder a la cultura. Ahora siento que tú tienes que buscar cómo cultivarte, porque cada vez es más difícil.

PREGUNTA: ¿Piensas —como afirman muchos intérpretes— que trabajar en comedia es un camino más exigente que el drama?  
JOSÉ TRONCOSO: Creo que sí. Y que la comedia está infravalorada también. Lo pienso a menudo. Pasa mucho en audiovisual, no es solo cosa del teatro. La comedia es la hermana pobre de las artes, cuando en realidad es lo que nos mantiene vivos en gran medida. Poder reírnos de nuestras miserias o, incluso, de las del otro. Saber quitarle hierro a las cosas serias creo que es importante. Te hablo siendo de Cádiz, que es una ciudad que sobrevive gracias al humor y que la gente vive riéndose de sí mismos todo el tiempo. Y como actor, sobre trabajar la comedia, puedo estar bastante de acuerdo con esa afirmación. He visto a grandes actores dramáticos pegarse la hostia con textos de comedia. Interpretar comedia tiene que ver con las matemáticas, con la suspensión del tiempo, con cierta musicalidad, saber cuándo toca y cuándo no. Y tiene que ver con dar un determinado tono, siempre preciso y exacto, para que las palabras claven en el momento que deben hacerlo. Hay que saber tropezarse en el instante correcto para que todo el mundo te vea y pueda reírse contigo. Requiere trabajar sobre una delgada línea, finísima, para que tampoco parezca demasiado grave lo que ha pasado. Además, aunque se estudie, es algo que se tiene o no se tiene. Te diría que la comedia es un tipo de sensibilidad. En cambio, con el drama, sobre todo en tele, dejas más tiempo el plano, pones una música y parece que está ocurriéndole algo importante al personaje. En teatro ocurre igual, mantienes el tiempo, lo estancas o lo revistes con música, y puedes tener un buen drama. La comedia no funciona así. A la comedia no puedes echarle salsa. Es como arroz sin nada. Sin aderezo.

PREGUNTA: Actor, director, autor… ¿En qué faceta artística disfrutas más o te encuentras más cómodo?  
JOSÉ TRONCOSO: En las que el proyecto sea bonito. Esto no me cuesta decirlo: uno tiene que hacer de todo, hay proyectos que te gustan más y proyectos que no te gustan tanto, y yo creo que es importante que lo reconozcamos. Hay que hacer un poco de todo, ¿no? Yo, por ejemplo, me he tirado un año bastante perdido. Llevo un año sin dirigir y escribiendo en la sombra, de manera muy privada y ahora estoy encontrándome de nuevo. He atravesado una bonita crisis. Así que me siento muy cómodo, haciendo lo que tenga que hacer, pero depende del proyecto y siempre que me guste.

PREGUNTA: ¿Cuáles son tus futuros proyectos?  
JOSÉ TRONCOSO: Pues te puedo contar que me están pasando cosas bonitas que ojalá salgan adelante y que me mantienen ahora mismo muy ilusionado. Una de ellas es que estoy adaptando al cine la función de Los despiertos. He tenido la suerte de que un productor maravilloso viniera a vernos al teatro y se enamorase de la función. Me ha encargado la adaptación al cine y estoy trabajando en ello. Luego, además, estoy desarrollando una serie para el medio audiovisual. Estoy intentando trasladar mi mundo del teatro a la pantalla, escribiendo mucho. Y este año me ha dado tiempo a reposar también. En esta vorágine de éxito y escaparate creo que también hay que saber detenerse y escucharse. He pasado un año en barbecho, que a veces sentimos que si no estás en las redes o estrenando cada día, parece que no estés haciendo nada. Llevo un año perdido, bien perdido, en el mejor de los sentidos, pero muy feliz de que eso haya pasado. A veces, también es sano verbalizar esto de detenerse. Y poder decirlo con orgullo.

Antonio Rojano es dramaturgo y coordinador dramatúrgico de Nave 10 Matadero para la Temporada 24|25

José Troncoso es actor en La Gramática, que puede verse del 29 de noviembre al 22 de diciembre de 2024 en la Sala Max Aub de Nave 10 Matadero. Consigue tus entradas en este enlace