María Adánez: «'La gramática' reflexiona sobre qué está pasando con nuestro lenguaje y cómo nos comunicamos»
por Antonio Rojano
PREGUNTA: ¿De qué habla La gramática, cómo la definirías?
MARÍA ADÁNEZ: La gramática es una comedia sobre una mujer de la limpieza que sufre un accidente en la Real Academia de la Lengua. Ella es una mujer sencilla, humilde y de escasa formación, y mientras limpia una estantería se le caen encima todos los tomos de la gramática española, desde Nebrija hasta las ediciones más recientes. Al despertar, esta mujer se da cuenta de que se ha convertido en una erudita, que habla con absoluta corrección. Una señora ilustrada que, más allá de ser feliz con toda esa información que mágicamente ha recibido, comienza a sufrir problemas en su vida. Es decir, se le complica absolutamente todo. Su entorno, su familia... La gente la rechaza por finolis, por elitista y cultureta. Además, tras este accidente, desarrolla un trastorno. No puede evitar corregir los errores del habla de las personas que tiene cerca. Más o menos, este es el comienzo, la premisa de la función. Una mujer que quiere volver a ser quien era, una persona normal y corriente, que se somete a una sesión de terapia con un médico para volver a hablar como antes. Toda esa ilustración, en vez de traerle la felicidad, le genera soledad y rechazo. Además de este arranque, la obra propone una reflexión en voz alta sobre el mal uso de nuestra lengua. Toda la pieza transcurre en un futuro distópico, tal vez dentro de 20 años, un tiempo en el que estos problemas con la lengua han ido más allá. Es una fábula en la que Ernesto Caballero, muy inteligentemente, reflexiona sobre qué está pasando con nuestro lenguaje y cómo nos comunicamos, hasta qué punto somos capaces de hablar mal por ser políticamente correctos o para ser aceptados en nuestro entorno.
PREGUNTA: Vivimos un tiempo en el que cada vez estamos más conectados, pero también en el que nos sentimos incapaces de comunicarnos y de entender al otro. ¿Crees que la pieza también afronta esta contradicción?
MARÍA ADÁNEZ: Sí, desde luego. La función dispara bastantes preguntas y no respondemos ninguna, que yo creo que eso es lo más interesante del teatro. Lanzar las preguntas y luego que cada uno también construya su propia respuesta. Ernesto, que es un gran intelectual y un sabio de la palabra, hace tiempo que llegó a estas preguntas. ¿Qué está pasando con el lenguaje? ¿Por qué ahora es más importante hablar mal y hacer un mal uso de nuestra lengua que hablar bien? ¿Qué ganamos con ello? Por otra parte, la pieza también recorre la idea de que es que el pueblo el que, a lo largo del tiempo, ha ido conformando el lenguaje que usamos hoy en día. Al final, los usos y desusos de la lengua actual, lo que hablamos, nació de la gente corriente. Lo que hoy es problemático mañana será algo común y aceptado por todos. Es decir, al final es cierto que el pueblo tiene la última palabra, pero ¿hasta qué punto podemos vulgarizar la lengua? Como sabemos, vulgo proviene de la palabra pueblo, por lo que escoger este personaje precisamente para hablar de todo esto es un acierto.
PREGUNTA: ¿Cómo has preparado tu papel? ¿Qué tal ha sido trabajar con el director, Ernesto Caballero, y con tu compañero José Troncoso?
MARÍA ADÁNEZ: Con mucho estudio, porque probablemente sea la función más difícil de texto que voy a hacer encima de un escenario. Te puedo decir que empecé a estudiar la función en abril y que he terminado en agosto. Tanto para José como para mí, siendo actores, también hay un ejercicio muy interesante sobre el uso de la palabra en escena. Había que aprender el texto y además decirlo bien, perfectamente. Que no hubiera ningún error porque se rompería la magia de la obra. Por otra parte, yo ya había trabajado con Ernesto y teníamos el deseo de volver a encontrarnos. Ahora te puedo decir que ha sido un gusto, que lo he disfrutado mucho. Ernesto es el director, de todos con los que he trabajado, que más confía en los actores. Él descubre la función contigo. No viene con una idea preconcebida sobre cómo tienen que ser las cosas, sino que te hace partícipe durante el proceso creativo. Entre él y yo hemos ido descubriendo el personaje. Por ejemplo, hasta dos días antes de hacer un pase, al terminar ensayos, no sabíamos qué vestuario íbamos a llevar. Ese riesgo, ese trabajar en el vacío, tras muchos años de carrera, a mí me ha maravillado. Y trabajar con Troncoso ha sido una grandísima experiencia, es otro genio del teatro y ha sido un honor tenerlo de compañero. Es un enorme actor, un grandísimo cómico, muy inteligente... Disfrutamos mucho en escena y con este texto, que guarda tantos secretos y tiene momentos únicos, hemos disfrutado mucho los ensayos y ahora también las funciones. Está siendo muy placentero.
PREGUNTA: Frente al drama, que suele llevarse los grandes reconocimientos y los premios de teatro, a veces se piensa que la comedia es un género menor. ¿Qué opinas de esta afirmación?
MARÍA ADÁNEZ: Pienso que la comedia es el gran antídoto para lanzar las grandes reflexiones de los temas de hoy, porque a través de una carcajada hay una relajación y todo entra mucho mejor. Debo decir que La gramática no es una comedia disparatada, no es una obra de risa continua, sino más bien una comedia de gran sonrisa. Tiene momentos muy divertidos, pero hay mucha reflexión y realidad debajo de lo que se cuenta. Yo, que he hecho mucha comedia en televisión, creo que la carcajada es la gran medicina, sirve para que las ideas lleguen más fácilmente porque el espectador baja la guardia. Recientemente, recibí un reconocimiento a mi trayectoria en el South Festival y durante el discurso dije unas palabras de Verónica Forqué, que para mí fue muy importante cuando era muy jovencita, que me dijo que yo había empezado mi carrera por el lado más difícil, que es el de la comedia, porque nunca se valora. Es lo más difícil de hacer y no se valora lo suficiente. Por suerte, he podido compaginar mi trabajo en televisión con el teatro y he trabajado en grandes obras, también dramáticas, con directores que me han enseñado mucho como Miguel Narros, Luis Luque o, ahora, Ernesto Caballero.
PREGUNTA: Acabáis de estrenar la función en Zamora y disfrutaréis de una mini-gira antes de aterrizar en Nave 10 Matadero. ¿Cómo ha sido la recepción del público el día de su estreno?
MARÍA ADÁNEZ: Pues ha sido un estreno increíble. De hecho, bromeábamos con el equipo para traernos el público de Zamora y llevarlo a todos sitios. Nos dieron un aplauso de tres minutos. Fue muy bonito. Tenemos algunas funciones antes, para ir rodando la obra, pero con muchas ganas de llegar ya a Nave 10 Matadero.
Antonio Rojano es dramaturgo y coordinador dramatúrgico de Nave 10 Matadero para la Temporada 24|25
María Adánez coprotagoniza La gramática, que puede verse en la Sala Max Aub de Nave 10 Matadero del 29 de noviembre al 22 de diciembre de 2024. Consigue tus entradas en este enlace.